Por ella

La amaba 

Cada latido en mí 

Cada gota de sangre en mi cuerpo

Era por ella.

Era el único sentido de mi vida. Ya lo había perdido todo y lo poco que me quedaba lo había cambiado por tiempo para dedicárselo a ella. 

Le di mi vida

Y sentía que me quedaba corto. 

No te confundas, lector, no la extraño 

Por qué la habría de extrañar? Si jamás había sido tan infeliz como lo fui con ella. 

Mi vida era completamente miserable.

Sin embargo, no recuerdo la última vez que haya dicho un te amo con tanta sinceridad. 

Pues cuando leo mis conversaciones con ella, aún puedo sentir la sinceridad en mis palabras. La verdad es que era mi vida, era todo lo que tenía. 

Pero esta noche seré sincero 

Admitiré que el leernos me despertó unas ganas inocentes de retroceder solo dos años 

Y verla en mi cama,

Su piel pálida, desnuda,

Gimiendo mi nombre.

De nuevo, lector, no extraño esos días en lo absoluto. No hay nada de eso que quiera de vuelta... 

O quizás los orgasmos sí... Vaya que eran buenos...

Quizás extraño sentir con tanta euforia. Quisiera experimentar ese amor frenético de la adolescencia que solo ella me hizo sentir. 

Donde los errores se sentían muy bien.

Vaya que la amaba. Recuerdo que el pensar en perderla me aterraba. Me paralizaba al imaginar una vida sin ella o peor aun, una vida donde ella estuviese con otro. 

Una vida sin ella no era una opción, era sencillamente inconcebible. 

Y vaya que la amaba... Pero no, no era feliz. Amar casi nunca era felicidad. Amarla a ella dolía mucho. 

Pero dejar de amarla dolía aún más. 

Admitiré hoy, quizás cambiaría un hoy por volver a estar entre las sabanas donde su olor se mezcla con nuestros besos. 

Ella me inspiraba 

Me daba vida

Pero también me la quitaba. 

Y hoy te veo con una sonrisa. Hoy todo ha cambiado, de vez en cuando hablamos y sigue habiendo esa misma sensación de familiaridad. Hoy puedo verte, por fin, como un lindo recuerdo. Pero solo quiero que así permanezca. Quizás por mi gran imaginación, en mi cabeza nos vemos mejor.