martes, 5 de julio de 2016

Dulce Promesa

Últimamente un pensamiento recurrente ha invadido mi cabeza
Es la promesa del descanso eterno,
De la oscuridad perenne.

Es la decisión cobarde de acabar con todo,
De no seguir adelante.

Es el dormir temprano, tirar la toalla.
Suena prometedor,
Suena tan fácil.

Es el susurro al oído de aquél que lo ha perdido todo.
Y es tan fácil convencer a aquél que nunca ha tenido nada.

Al que siempre le prometen que todo va a mejorar,
pero hacia adelante solo se ve más abismo.

Desde que tengo memoria todo es esperanza,
pero de esperanzas no vive nadie,
y de angustias morimos todos.

Y pienso en los que dejaré en el camino,
en el bien que nunca podré hacer,
a quienes nunca podré ayudar,
y a todos los que heriré.

Pero este pensamiento egoísta gana sobre todas esas cosas,
sobre todo cuando no hallas otra salida.
La idea de seguir adelante suena tan sobre valorada que ya me es difícil convencerme a mí mismo.

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